“Eres parte de la familia ahora”…
“Aquí simplemente nos sentimos como una gran familia”…
“Por supuesto que no, somos familia ahora”…
…Y estoy seguro que puedes agregarle mas de 10 analogías familiares que has escuchado personalmente de parte de colegas y gerentes en tu vida laboral diaria.
La analogía familiar se ha arraigado y extendido a muchas empresas hoy en día y desde los últimos 10 años; se ha convertido en un lenguaje cotidiano en todo el mundo, incluso en las empresas más tradicionales.
Y es agradable, ¿verdad? Es decir, ¿quién no quiere ser parte de la familia?
La analogía de la familia tiene mucho sentido, y la gerencia y los propietarios de las empresas quieren indicar con las mejores intenciones, que cuidarán de sus colaboradores. El problema es, que cuando las cosas se ponen complicadas, las utilidades y el valor de los accionistas toman la mayor importancia, y los colaboradores son despedidos.
Se escucha todo el tiempo un sin fin de historias en donde los ex empleados se sienten traicionados por la empresa a la que le dieron todo. Recientemente, los medios han reportado un fuerte rechazo por parte de los ex empleados de Airbnb, que simplemente no podían entender cómo la empresa podía despedirlos incluso en una pandemia, después de años de haberse posicionado como familia para su colaboradores.
Y si, el CEO Brian Chesky escribió una declaración muy fuerte y empática que se centró en la misión de la empresa, y mostró sentimientos reales por los miles de colaboradores que ahora tenían que despedir. Sin embargo, muchos de los ex empleados todavía se sentían traicionados e ingenuos por haber creído la narrativa familiar.
Otro problema sobre esta analogía, que es de igual importancia, es que muchas personas no asocian la familia con algo agradable.
Hablar de el abuso de alcohol, drogas y violencia doméstica es un extremo, pero muchas familias tienen sus particularidades de una forma u otra, especialmente cuando se trata de la familia extendida.
Y eso es algo increíble sobre las empresas, especialmente en tus primeros trabajos. Puedes tener un grupo de gente completamente nueva para reunirte; personas que tú eliges.
La mente abierta que tienes en esos años, las relaciones sólidas que construyes con otros jóvenes en tu empresa, las salidas cada dos noches, la aventura con la maravillosa chica de contabilidad, etc.
Muchas de estas relaciones pueden durar una vida entera (tal vez no la de la chica de contabilidad pero entiendes el punto).
Entonces, puede ser que algunos colaboradores realmente construyen relaciones que se sienten como la familia ideal, y si lo son, lo más probable es que puedan soportar incluso los malos momentos, y eso es hermoso.
Puedes amar a tu mamá pero aún así dejar pasar la oportunidad de trabajar para ella. Cuando los líderes usan la analogía de la familia, automáticamente se hacen ver a sí mismos como el padre o la madre, y puede que al principio se sienta agradable y familiar para los colaboradores, pero a mediano y largo plazo no es la asociación ideal si deseas crear una organización honesta, profesional y transparente.
Las analogías son geniales, especialmente si te estás comunicando con una audiencia grande, y con tiempo o atención limitados, pero ten cuidado con la analogía familiar. Me gustaría aconsejar el uso de las analogías que señalan una participación más voluntaria y dinámica, como las viejas analogías con el deporte o los equipos, las viejas series de televisión, las empresas icónicas o se creativo y piensa en algo nuevo, y luego deja la parte familiar para las familias reales.
Gracias.
Simon Junker